EL MITO DEL PARAÍSO ANDALUSÍ.FERNÁNDEZ-MORERA
Darío Fernández-Morera
Darío Fernández-Morera. Doctor (Ph.D.) de la Universidad de Harvard, M.A. de la Universidad de Pennsylvania, B.A. de la Universidad de Stanford, y antiguo miembro del Consejo Nacional de los Estados Unidos para las Humanidades, el profesor Darío Fernández-Morera enseña en el departamento de español y portugués de la Universidad Northwestern (Illinois). Es autor de numerosos artículos y libros sobre la España medieval, el Siglo de Oro, el encuentro entre Europa y los amerindios, y la obra de grandes figuras de la literatura clásica española. Conocido por sus trabajos académicos, ha sido descubierto por el gran público norteamericano como resultado del éxito editorial de su libro The Myth of the Andalusian Paradise. Muslims, Christians, and Jews under Islamic Rule in Medieval Spain (2016)
Introducción
[...] Este libro se propone desmitificar a la España musulmana cuestionando, entre otras cosas, la creencia ampliamente difundida de que fue un lugar maravilloso de tolerancia y diversidad entre " tres culturas", bajo la supervisión benevolentes e ilustrados gobernantes musulmanes, quienes reemplazaron de manera más bien pacífica, una preexisten cultura cristiana muy pobre con una brillante civilización multicultural [...]
Los dos primeros capítulos de este libro examinan cómo España fue conquistada y colonizada por las fuerzas del califato islámico. Algunos académicos han argüido que la conquista musulmana logró principalmente a través "de pactos pacífico, algunos incluso rehusan llamarla una conquista o por lo menos una conquista violenta, facilita desde luego negar la idea- odiosa para muchos académicos , que rechazan como una " invención nacionalista " post-facto- de que hubo una reconquista cristiana. otros académicos arguyen que la conquista se llevó a cabo por medio de la fuerza. Ninguna de las opciones es enteramente acertada. Los conquistadores musulmanes usaron la fuerza para derrotar la resistencia del reino cristiano visigodo, una civilización naciente. Pero también desde luego otorgaron pactos a aquellos señores visigodos y dirigentes cristianos y judíos que encontraron preferible y aun ventajas al aceptar la oferta de " paz" y convertirse en dimmíes ( aquellos cristianos y judíos que vivieron en condición jurídica subalterna bajo el dominio musulmán) en ves de enfrentarse alas terribles consecuencias de resistir. Es decir detrás de ls " pactos pacíficos " había siempre la amenaza de la fuerza bruta. Los capítulos restantes de este libro examinan aspectos fundamentales de la España islámica que son resaltados raramente como la represión religiosa y por lo tanto, cultural en todas ñas áreas de la vida y la marginalización de ciertos grupos- todo esto al servicio del control por los gobernantes autócratas y por una clase social de autoridades religiosas.
Los proponentes de una relación armoniosa y fructífera algunas veces aducen como prueba las influencias mutuas entre musulmanes y no musulmanes y sus alianzas militares. pero esta argumento no tiene en cuenta que las influencias mutuas, la coexistencia en el mismo territorio, la cooperación, las alianzas militares y aun los matrimonios interreligiosos, y los resultados culturales productivos y fascinantes con frecuencia aparecen naturalmente en lugares donde diferentes culturas han sido antagonistas- como la Latinoamérica española y portuguesa, la India británica, la Argelia francesa, el oeste americano y aun el sur esclavista estadounidense- sin que esto de ninguna manera disminuya e hecho del conflicto entre las culturas o la existencia de algunos grupos que dominan y otros que son dominados. Claro que hubo convivencia en el sentido banal, entre los conquistadores y los conquistados, pero esto no puede ser considerado característico de la España islámica; es característico de los enfrentamientos culturales entre grupos hegemónicos y subalternos en cualquier lugar.
Y desde luego este intercambio cultural en la España medieval entre musulmanes y cristianos fue enteramente práctico, sin que constituyera una adopción de la cultura del otro, al contrario delo que había sucedido con los visigodos , quienes si se asimilaron a la cultura precedente en su lengua, en su religión, en sus leyes, en su literatura y desde luego de los conocimientos prácticos. Por el contrario, los musulmanes no se asimilaron, sino que procedieron a reemplazar la cultura precedente.
la postura interpretativa de este libro es maquiavélica, no panglosiana. aquellos que presentan a la España islámica como un ejemplo de coexistencia harmoniosa con frecuencia citan el hecho de que grupos de musulmanes, judíos y cristianos algunas veces vivieran los unos cerca de los otros, aun cuando esto ocurriera, sin embargo, estos grupos vivían con mucha más frecuencia en sus propias vecindades. Lo que es más importante aun cuando individuos musulmanes, judíos y cristianos por conveniencia, necesidad, simpatía mutua o amor, estos tres grupos y sus numerosos subgrupos estuvieron implicados por siglos en luchas por el poder y por la supervivencia cultural, que se manifestaban a menudo de manera sutil y que no deberían ser disminuidas a favor de ideales modernos de tolerancia, diversidad y convivencia.
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